
El secreto del frío: un aliado antienvejecimiento
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Empecemos por lo básico: Niuk usa frío extremo, y ahí reside su ingenio. El frío es reconocido desde hace mucho tiempo por sus beneficios para la piel. Estimula la circulación sanguínea, cierra los poros y, sobre todo, estimula la producción de colágeno. Sí, has leído bien, ese ingrediente mágico que mantiene nuestra piel firme y elástica.
Al aplicar Niuk sobre el rostro a -18 °C (0 °F), la piel reacciona contrayendo los vasos sanguíneos, un fenómeno llamado vasoconstricción. Luego, cuando la piel comienza a calentarse, comienza la vasodilatación. Este movimiento de vaivén oxigena mejor las células cutáneas y mejora su capacidad de regeneración. ¡Una mejor regeneración se traduce en una piel más suave y tonificada!
Las cremas antiarrugas, por otro lado, suelen actuar superficialmente, aportando ingredientes activos hidratantes, a veces como el retinol, que acelera la renovación celular. Sin embargo, no penetran tan profundamente como los tratamientos de frío, debido a la estimulación de las células cutáneas. ¡En este punto, Niuk gana puntos!